Por qué medir el nivel de CO2

Seguramente, para la mayoría de las personas, el dióxido de carbono o CO2 es simplemente un gas inofensivo que no se puede ver ni oler ya que es lo que respiramos y es además lo que se añade a las bebidas para hacerlas efervescentes.

por que medir CO2

El aire exterior suele contener unas 400 -450 ppm (partes por millón) de CO2. Los seres humanos también exhalamos CO2 procedente de nuestra respiración. Mientras que el CO2 exhalado se diluye de forma natural en el exterior, no ocurre lo mismo en el interior de un edificio o espacio cerrado, como en un restaurante, un aula o en la oficina.

Dado que el CO2 se emite con cada respiración, cuantas más personas haya en un espacio, mayor será el CO2. Cuando los niveles aumentan, tendemos a tener sueño y problemas de concentración, y algunas personas incluso desarrollan dolores de cabeza, lo que explica las condiciones de congestión y malestar que a menudo se experimentan.

Por lo tanto, el nivel de CO2 presente puede ser un indicador eficaz de la calidad del aire interior (IAQ) y por eso es importante que los ocupantes tengan el CO2 monitorizado para mantenerse en un nivel de aire saludable.

Por qué medir el nivel de CO2

Aerosoles y prevención Covid 19

Como ya comentamos en este artículo sobre aerosoles y Covid 19, la calidad del aire es posible medirla de forma indirecta gracias al nivel de CO2 que tenemos en el ambiente. Así, un nivel de CO2 elevado dentro de un recinto cerrado, con valores próximos a 1.000 ppm o superior, puede suponer un mayor riesgo de propagación del virus SARS-CoV-2, puesto que este valor elevado nos estaría confirmando que la zona no está correctamente ventilada y por tanto con elevado riesgo de presencia de aerosoles y, debido a ellos, una mayor facilidad de transmisión del virus.

Rendimiento intelectual

Los trabajadores y los estudiantes pasan gran parte de su tiempo en aulas y oficinas, lo que puede suponer que un gran número de personas pasen varias horas juntas en una sala cerrada, con niveles de CO2 crecientes. Estudios recientes sugieren que la exposición al dióxido de carbono en concentraciones comprendidas entre 2.500 ppm y 4.000 ppm puede tener efectos negativos en el rendimiento del ser humano. Otros estudios muestran que el aumento de los niveles de CO2 causan un impacto directo y negativo en las habilidades cognitivas y de toma de decisiones.

Velocidad de renovación del aire

En una habitación mal ventilada, o en un área cerrada o confinada, los niveles de CO2 pueden aumentar en un espacio de tiempo muy corto. Por ejemplo, en un coche con 4 personas dentro, el nivel de CO2 puede alcanzar las 2.000 ppm en tan sólo 20 minutos. Estos valores de CO2 pueden empezar a causar pérdida de concentración, dolores de cabeza y somnolencia.

medidor de calidad de aire

Seguridad

En casos extremos, niveles excepcionalmente altos de CO2 pueden llegar a ser inseguros. Si se alcanzan valores de CO2 superiores a 40.000 ppm, estaríamos ante una situación excepcionalmente perjudicial debido a la falta de oxígeno y potencialmente mortal. Por ejemplo, una fuga de CO2 en un área cerrada donde se almacena este gas como puede ser el caso de industrias que utilizan este gas de forma habitual en sus procesos.

Eficiencia energética

La supervisión y el control de los niveles de CO2 pueden ayudar a mejorar la eficiencia energética de los edificios, ahorrando dinero y ayudando a salvar el planeta al mismo tiempo. Con la implantación de un sistema de ventilación con control bajo demanda, se puede reducir el consumo de energía en más de un 30%. La razón es que un sistema de este tipo utiliza sensores de CO2 para estimar la calidad del aire que hay en un espacio del edificio. En la ventilación con control de demanda, los monitores de CO2 permiten al sistema de climatización ajustar la cantidad de aire exterior que entra en función de los niveles de CO2 en el edificio. Por tanto permite ajustar la tasa de ventilación para adaptarse a las necesidades cambiantes del espacio y así ahorrar costes de energía durante los momentos de menor ocupación. Solo ventila el aire cuando es necesario, en lugar de encenderse automáticamente cuando no es necesario. Esto podría ser especialmente eficaz en espacios con una ocupación variable, por ejemplo en salas de reuniones, cines y aulas escolares. Por lo tanto, existe un enorme potencial de ahorro de energía y costes para los edificios.

La calidad del aire interior puede medirse y controlarse y de este modo ajustarse como parte de un sistema de ventilación. Esto funciona haciendo diluir los niveles altos de CO2 con aire fresco.